viernes, 4 de octubre de 2013

La soledad.

Ser adultos y que todo nuestro circulo cercano haya
realizado su vida representa un tema de angustia. Mas
cuando estamos en una etapa donde el traje de adolescente
nos queda chico.
Nos sentimos desubicados en todos los espacios que
soliamos concurrir. El fin de semana se toma eterno. Nos
llevamos trabajo a casa, nos aburren las reuniones con
amigos casados que solo hablan de pañales y lo dificil
que es de ser padres. Y ahi nos quedamos: Estancados,
mirando peliculas y comiendo; Encerrados, como suele
pasar en muchos casos.

Si la busqueda de una pareja se torna una obsesion es
mas dificil: Mas se alejan los aciertos, y sistematicamente
cosechamos fracasos que minan nuestra autoestima. Es
importante aprender a estar solos, a valorarnos, y a abrir
la mirada.
Quizas, inconscientemente, hemos hecho algo para
estar asi. No todo es producto de la fortuna, aunque
suene dificil. Hacernos cargo de eso, comenzar a
concientizar y elaborar el porque, es un buen
punto de partida.
Buscar espacios mas alla del trabajo, fuera del
circulo habitual es el segundo paso. Este tiene
que ser guiado por un acto de introspeccion, donde
nos conectemos con nuestros gustos, interes y cosas
que por circunstancia de la vida hemos postergado.
Si es durante el fin de semana, mejor. Hoy existen
en nuestra ciudad multiples opciones recreativas de
distintos tipos, que pueden ser una respuesta.
Hay que ir con el objetivo de pasarla bien: un taller
de arte, un deporte que siempre nos haya gustado,
hay muchas opciones. Lo importante es salir. Si lo
hacemos en lugares que tienen que ver con nuestros
intereses mas genuinos y nos rodeamos de personas
en una misma sintonia, entonces los encuentros
suelen ser mas agradables, y se suelen generar
vinculos interesantes y nutritivos.

A levantarse, animarse y ayudarse: Basta de sillon
y peliculas. Esta vez, puede ser la oportunidad de
elegir y no de esperar ser elegidos: Tomemos el
mando de nuestras vidas.

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